Hace algunos meses vi un video sobre cómo las redes sociales empeoran nuestra salud mental. Seguramente el video tenía la finalidad de hacernos reflexionar sobre el tema, pero para mí tuvo un resultado contrario.
Empecé a cuestionarme cómo cuando buscas información sobre el uso de redes sociales en jóvenes, te encuentras solamente con adultos condenando el uso de las redes sociales que le damos nosotros, los jóvenes. Y también noté cómo desde estos juicios, no podemos encontrar herramientas que nos ayuden a superar la adicción que la mayoría vivimos.
Vivimos en un mundo digital, nuestra generación creció rodeada de estas nuevas tecnologías, sabemos usarlas por intuición pero a casi nadie le enseñaron realmente (y desde la positividad) cómo usarlas de forma eficiente. Esto ha hecho que no estemos presentes en nuestras vidas, que no disfrutemos cuando pasamos tiempo con otros, que no apreciemos realmente los lugares o el tiempo, y sobre todo, que estemos en un imparable consumo de contenidos.
- 1. No elimines tus redes sociales completamente. Cuando hice esto, solo me dieron aún más ganas de utilizarlas y ver todo lo que “me perdí”. Mejor desactiva las notificaciones de las aplicaciones o usa herramientas como la que te ofrece Instagram de activar un recordatorio que te avise cuando excedes el límite de tiempo diario que estableciste.
2. Realiza tus actividades diarias acompañadas de cronómetros que te den intervalos de tiempo para descansar. Distráete para no exprimir tu mente en una sola cosa y así tendrás un mejor rendimiento.
3. ¡Aprende algo nuevo!, una actividad física, artística, intelectual... la que sea mientras que realmente tengas interés en esta y te guste. Usa ese tiempo para ti y deja tu celular a un lado.
4. Cambia el algoritmo de tus redes sociales, empieza a seguir y consume contenido de cuentas que realmente te aporten algo. No te compares con cuerpos y vidas “perfectas”, no son una realidad.
5. Toma tiempo para reflexionar y respirar, medita. Muchas veces sólo nos adentramos en la rutina y terminamos actuando en automático todo el tiempo.
6. Escucha a tu cuerpo. Si estás cansado, tómate un tiempo para realmente parar sin distracciones, apaga tu celular cuando vayas a dormir.
Si a veces no logras hacerlo, no te sientas mal, es parte del proceso de desapego.
********Las opiniones expresadas reflejan los puntos de vista de las personas que han contribuido a esta publicación y no reflejan necesariamente las políticas ni la visión del UNICEF ni de ninguna otra organización involucrada o nombrada en esta publicación. El texto no ha sido editado de acuerdo a los estándares oficiales de publicación del UNICEF, por lo que tanto UNICEF como sus aliados no aceptan ninguna responsabilidad por posibles errores.
Escrito por: Amanda Padrón
Estudiante de comunicación social. Integrante del Movimiento Por ser Niña, de Plan Internacional, y de Tremendas Ecuador.