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STORY
Mi salud mental en el aislamiento

Hace algunos meses vi un video sobre cómo las redes sociales empeoran nuestra salud mental. Seguramente el video  tenía la finalidad de hacernos reflexionar sobre el tema, pero para mí tuvo un resultado  contrario.

Empecé a cuestionarme cómo cuando buscas información sobre el uso de redes sociales en jóvenes, te encuentras solamente con adultos condenando el uso de las redes sociales que le damos nosotros,  los jóvenes. Y también noté cómo desde estos juicios, no podemos encontrar herramientas que nos ayuden a superar la adicción que la mayoría vivimos. 


Vivimos en un mundo digital, nuestra generación creció rodeada de estas nuevas tecnologías, sabemos usarlas por intuición pero  a casi nadie le enseñaron realmente (y desde la positividad) cómo usarlas de forma eficiente. Esto ha hecho que no estemos presentes en nuestras vidas, que no disfrutemos cuando pasamos tiempo con otros, que no apreciemos realmente los lugares o el tiempo, y sobre todo, que estemos en un imparable consumo de contenidos.


Muchos estudios (como este y este) demuestran cómo el uso de redes sociales empeora la salud mental de los jóvenes. Según el Centro de Salud Mental de Reino Unido, esta adicción puede ser aún mayor que la del consumo de alcohol o cigarrillos.

También indica que puede traer consecuencias como afectación a la autoestima, ansiedad, depresión, suicidio, autolesión, problemas de sueño, aislamiento y muchos más riesgos. 

El 2020 fue un año repleto de desequilibrio por la pandemia mundial de coronavirus; nuestras  libertades fueron restringidas. Esto afectó aún más la salud mental de los jóvenes.

Si antes esto ya era un problema, la pandemia hizo que empeorara mucho más. Perdimos nuestros espacios de interacción social Por ejemplo, ir a los centros educativos, salir, compartir con nuestros círculos sociales, ir a conciertos, básicamente divertirnos. Y además estando en una crisis mundial, nos vimos frente a un futuro desconcertante. 

Creo que fue muy notable el aumento del uso de redes sociales para buscar conexiones y amistades en la nueva realidad repleta de aislamiento. 

En Ecuador, una encuesta de U-Report sobre salud mental realizada a jóvenes en septiembre del 2020, indicó que manifestaron ansiedad, depresión, nerviosismo, preocupación por el futuro, entre otras más.

El 41% no pidió ayuda sobre su estado físico y mental para ese periodo. Los datos de U-Report también mostraron que el 75% de los encuestados indicó que las redes sociales eran el principal lugar de internet donde los jóvenes sufren violencia.

¿Cómo podemos controlar y mejorar esta situación desde nuestras posibilidades?
Yo  he intentado prácticamente todo y acá compartiré algunas estrategias que me funcionaron un poco en el proceso de alejarme de las redes sociales, controlar mi uso compulsivo y también sentirme mejor con respecto al contenido que consumía en estas:

  1.     1. No elimines tus redes sociales completamente. Cuando hice esto, solo me dieron aún más ganas de utilizarlas y ver todo lo que “me perdí”. Mejor desactiva las notificaciones de las aplicaciones o usa herramientas como la que te ofrece Instagram de activar un recordatorio que te avise cuando excedes el límite de tiempo diario que estableciste.


    2.  Realiza tus actividades diarias acompañadas de cronómetros que te den intervalos de tiempo para descansar. Distráete para no exprimir tu mente en una sola cosa y así tendrás un mejor rendimiento. 



    3. ¡Aprende algo nuevo!, una actividad física, artística, intelectual... la que sea mientras que realmente tengas interés en esta y te guste. Usa ese tiempo para ti y deja tu celular a un lado. 


    4. Cambia el algoritmo de tus redes sociales, empieza a seguir y consume contenido de cuentas que realmente te aporten algo. No te compares con cuerpos y vidas “perfectas”, no son una realidad. 

 

    5. Toma tiempo para reflexionar y respirar, medita. Muchas veces sólo nos adentramos en la rutina y terminamos actuando en automático todo el tiempo. 


    6. Escucha a tu cuerpo. Si estás cansado, tómate un tiempo para realmente parar sin distracciones, apaga tu celular cuando vayas a dormir.


Si a veces no logras hacerlo, no te sientas mal, es parte del proceso de desapego. 


********Las opiniones expresadas reflejan los puntos de vista de las personas que han contribuido a esta publicación y no reflejan necesariamente las políticas ni la visión del UNICEF ni de ninguna otra organización involucrada o nombrada en esta publicación. El texto no ha sido editado de acuerdo a los estándares oficiales de publicación del UNICEF, por lo que tanto UNICEF como sus aliados no aceptan ninguna responsabilidad por posibles errores.



Escrito por: Amanda Padrón

Estudiante de comunicación social. Integrante del Movimiento Por ser Niña, de Plan Internacional, y de Tremendas Ecuador.

Mira cómo está la participación de los jóvenes para un cambio social a través de los números.
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